Si estás pensando en cambiar de monedero, te recomendamos una serie de apuntes a tener en cuenta a la hora de decidirte por la mejor opción.
No todos los monederos son iguales. Eso está claro. Lo que no está tan claro es cual de ellos se adapta mejor a nosotros, por ello es importante tener como punto de partida para qué queremos tenerlo, si para guardar unas pocas tarjetas de crédito y algo de efectivo, o si necesitamos guardar más contenido, y por lo tanto debemos hacernos de un monedero más generoso. Aunque la palabra «monedero» viene precisamente del término de guardar monedas, hoy en día son pocos los que la llevan ya que tendemos a llevar dinero de plástico encima y billetes más que otra cosa, aún así las monedas siguen siendo importantes en nuestra vida cotidiana y por ello no debemos descartar al menos un compartimento para estos pequeños y redondos metales.
También es importante disponer de una zona en nuestro monedero que nos permita mostrar nuestra identidad rápidamente porque el hecho de mostrar nuestro DNI o carné de conducir a la hora de pagar con tarjeta de crédito es totalmente obligatorio y también muy recurrente. Es más cómodo poder mostrar la identificación sin sacarla del monedero que tener que buscarla para volverla a guardar.
El material con el que están hechos los monederos no es menos importante. Existe una gran variedad de materiales para darle diferentes aspectos a estos objetos, aunque el que más destaca sin duda es la piel. La piel es el material más usado a la hora de fabricar bolsos y monederos, pero también lo son los textiles de alta durabilidad o el plástico de alta resistencia. Existe igualmente una variedad importante de colores y texturas. Lo ideal es escoger uno que vaya en sintonia con nuestros atuendos más comunes y lo más importante: que sea cómodo y poco pesado.
Si tienes pensado adquirir un monedero compra monederos online, es sin duda la opción más económica por su variedad, aparte de los mercadillos de tu zona, claro está 😉
¡Hasta el siguiente consejo!